Juárez: su verdadera historia

Regeneración

Oziel Serrano Salazar

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·         2007-03-26•Acentos

En su obra Juárez: su verdadera historia, Manuel Arellano Zavaleta expresa:”En la crisis de conciencia histórica de nuestro tiempo, es preciso explicar a los mexicanos de las nuevas generaciones las verdades sencillas y documentadas de la vida y obra de los personajes que forjaron la nación”.

Esta preocupación del maestro hidalguense queda acreditada con el sondeo efectuado en días pasados por un diario de circulación nacional, en el cual se refleja que, sin importar el grado escolar, los estudiantes de educación básica y media básica conocen muy poco a los héroes patrios. Y aunque los personajes históricos más recordados por nuestros estudiantes son Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Francisco I. Madero, pocos recuerdan por qué. Sólo uno de cada diez alumnos de educación primaria sabía que Benito Juárez organizó la resistencia contra los franceses, mientras que ningún estudiante de educación secundaria recordaba éste o algún otro pasaje histórico más del ex presidente oaxaqueño.

Este alarmante desconocimiento de la vida y obra del Benemérito de las Américas permite que escritores como José Manuel Villalpando deformen la auténtica presencia del indio de Guelatao en la Historia de México, presentándolo como un Juárez de derecha.

Afortunadamente, un historiador valiente y bien documentado como Arellano Zavaleta, realizó una publicación, en un periodo de gobierno opuesto a los principios que enunció y defendió el presidente zapoteca, para colocar en su justo valor, a través de un importante ejercicio de reflexión y con la verdad, la productiva vida de Benito Juárez.

La confusión y la ignorancia sobre la figura de Benito Juárez no debe extrañar, pues nuestro país está invadido por quienes, al decir de Andrés Molina Enríquez, carecen de raíces profundas en el pasado reciente de México, por ignorantes y fanáticos; pero el pueblo, en el proceso de la historia, sabrá justipreciar en el crisol de los tiempos el amor juarista a la patria, ante el que se humillan la escoria sin valor de la demagogia, el cinismo rapaz y el perverso engaño surgidos de una simulada nacionalidad.

Por eso, dice Manuel Arellano, es una responsabilidad histórica de todos los mexicanos, ya que el gobierno federal actual, antagónico al ideario liberal juarista, no lo hace ni lo hará, recordar al Benemérito de las Américas y de México y enseñar a las nuevas generaciones de nuestro país la obra del defensor de la dignidad, libertad, independencia, soberanía y organización de la reforma de nuestra Nación republicana.